MARRUECOS
Marruecos fascinante. Perderse en los Zocos de Marrakech, dormir en el desierto del Sáhara bajo las estrellas y hacer una ruta en 4x4 por sus dunas. Visitar los verdes palmerales del Valle del Draa, los picos del Alto Atlas y las infranqueables gargantas del Dades. Marruecos, colorido, alegre y rico en cultura. Un país donde saborear tazas de té y dulces de almendra y pistacho viendo pasar la interesante vida de sus habitantes.
Plazas bulliciosas que nunca duermen, zocos donde regatear marroquinerías y especias. Alojándote en un exclusivo Riad. ¿ Os apetece visitarlo?
¿Por qué viajar a Marruecos?
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Por sus ciudades imperiales, Marrakech, Fez, Rabat y Meknès, las cuales ofrecen al visitante sus laberínticas medinas, reconocidas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, para perderse en ellas caminando.
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Marrakech, ciudad imperial uno de los centros culturales más importantes de todo Marruecos. Ciudad de leyenda, de bereberes y malabaristas, en el zoco se respira el aroma de las especias y en la medina se sienten los misterios que encierran sus calles angostas. Urbe de color anaranjado, de vida en la calle y de mercados tradicionales con encanto. Un lugar para que el viajero disfrute adentrándose en otras costumbres. Fez, es famosa por su antigua ciudad amurallada, que muchos comparan con la de Jerusalén. Es la primera de las ciudades imperiales de Marruecos, ya que se remonta al siglo VIII. Rabat, es la capital de Marruecos. Es una curiosa mezcla de la tradición histórica del pasado y modernidad establecida en el presente.
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Si hay una ruta en Marruecos que no te dejará indiferente, esa es la Ruta de las Kasbahs, ciudadelas construidas en adobe que representan la cultura bereber y salpican los increíbles paisajes del Gran Sur de Marruecos.
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Perderse y callejear por Essaouira, una tranquila y apacible ciudad de la costa atlántica marroquí.
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Pasar alguna noche en el desierto, ¿Te imaginas dormir entre las dunas, con un cielo con miles de estrellas como techo?